lunes, 28 de abril de 2008

Las dos caras de las condiciones laborales en las tiendas Ripley



Por José Carlos Reyes. Diario La República
Trabajadores exigen mejores sueldos y similar trato que en país sureño, donde los empleados gozan de movilidad, escolaridad y pago de horas extras.

La repentina cancelación de la conferencia de prensa para el relanzamiento del Banco Ripley –el pasado 11 de abril– daba indicios de que algo no andaba bien en una de las principales tiendas por departamento del país.

Y es que al pie de su local central, en San Isidro, medio centenar de trabajadores aprovecharon la ocasión para realizar un plantón y exigir mejores condiciones laborales y la reposición de sus compañeros despedidos por el "pecado" de haber organizado el primer sindicato de los trabajadores de Ripley en enero del 2007.

Paradójicamente, pese a que aquí a lo largo de un año la empresa no toma en cuenta los pedidos de mejoras laborales de los trabajadores, llama la atención que en Chile los empleados de Ripley sí disfruten de sendos beneficios gracias a un convenio laboral entre el sindicato de Ripley chileno y los ejecutivos de la empresa, según un informe del Centro de Investigación e Informacion Periodística (Ciper) de Chile. (ver infografía).

Al contrario de lo que se podría suponer de una empresa que reporta millonarias ganancias cada año –sólo en el 2006 registró ingresos por US$ 400 millones– sus trabajadores denuncian una reducción de los beneficios laborales y prácticas antisindicales, lo que no sucede en el vecino país del sur.

Hugo Visosa, secretario de defensa del Sindicato Único de Trabajadores del Grupo Ripley (Sutragisa), recuerda que la alarma comenzó hace unos años cinco años, cuando la empresa empezó a despedir a los trabajadores antiguos para contratar a nuevos con menores sueldos y menos comisiones.

Refiere que cuando Ripley empezó sus operaciones en Perú –en 1997– alrededor del 60% de sus trabajadores laboraba bajo contrato indefinido. En la actualidad ese "privilegio" se redujo al 10% de los tres mil trabajadores de las seis tiendas Ripley a nivel nacional.

"Además, para reducir las cargas laborales ahora se encarga a una sola persona las labores de venta, caja y empaquetado, pero esta cobra comisiones más bajas, pues el cliente ahora se atiende solo. Esto también ha bajado la calidad del servicio", refiere el trabajador Hugo Visosa.

LEGISLACIÓN DÉBIL

Entre los principales pedidos del pliego de reclamos del sindicato figuran aumento de sueldo (que promedia los S/. 1500, de acuerdo con las comisiones recibidas por ventas), pago de horas extras (solo son acumulables para días de descanso) refrigerio, movilidad nocturna, escolaridad. Beneficios que sí gozan los trabajadores chilenos.

Para el abogado laboralista Germán Lora, este caso refleja no solo la debilidad de nuestra legislación laboral, sino la falta de consolidación de los sindicatos peruanos.

RENOVACIÓN INTEMPESTIVA

Otra de las denuncias del sindicato está referida al despido de trabajadores cuando estos están cerca de cumplir los cinco años de permanencia en la empresa. La legislación señala que una vez transcurrido este tiempo la empresa está obligada a contratar indefinidamente al trabajador.

"Esto es ilegal, pero sucede debido a la falta de adecuadas inspecciones laborales. Para estos casos la empresa sabe que ya se ha generado un puesto "indefinido", es decir, el nuevo trabajador (una vez despedido el anterior trabajador a punto de cumplir los cinco años de permanencia) debería ser contratado de forma indefinida, pero las empresas no lo hacen", refiere. Esto último fue corroborado por diversos trabajadores de Ripley consultados por La República.

DESPEDIDOS POR SINDICATO

Cuando en enero del año pasado se formó el sindicato de Ripley –con cerca de un centenar de integrantes–a las pocas semanas la empresa despidió a sus principales dirigentes bajo la excusa de haberse constituido irregularmente.

Los acusaban de haber fraguado las firmas de afiliación de los trabajadores y como prueba la empresa presentó declaraciones notariales de algunos trabajadores en las que afirmaban no haber firmado su afiliación al sindicato.

"Esto solo lo hicimos (las confesiones notariales) por presión de la empresa pues si no nos votaban", señaló uno de los trabajadores involucrados que prefiere el anonimato. La reposición de los trabajadores despedidos también es parte del pliego de reclamos que negocian los ejecutivos de la empresa con el sindicato.

El mediador es la Dirección de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. (MTPE), cuyos voceros evitaron declarar sobre el avance en las negociaciones porque se mantienen en estricto privado. La próxima reunión entre las partes será el 5 de mayo.

LA POSICIÓN DE RIPLEY

El vocero del área laboral de Ripley, Ricardo Herrera, reconoció las diferencias de las condiciones laborales entre los trabajadores en el Perú y Chile. "El negocio en Perú es distinto, aquí tenemos nuestras propias prácticas, pero siempre respetando la legislación laboral. Además el sueldo de nuestros trabajadores está sobre el promedio del mercado", señaló. Negó que la empresa impida la sindicalización de sus trabajadores.

"Esperamos que las posiciones de ambas partes se flexibilicen para llegar a una pronta solución", acotó Herrera.

EL DATO

Inversiones. Entre 1990 y 2006 las empresas chilenas invirtieron US$ 498 millones en el sector comercial peruano. Pero solo en 2007 se registraron inversiones por US$ 1,000 millones, lo que convirtió a Perú en el principal destino de este tipo de capitales chilenos (la compra de Wong de parte de Cencosud explica el 50% de esta inversión).

Nuevos. Las próximas cadenas de tiendas chilenas que arribarían a Perú serían Polar y París.

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